Sony DCR-HC96E
Me compré esta videocámara porque la PC101, el modelo que me robó un brasileño en el metro estas navidades, ya no se fabrica y, como estaba contento con su robustez (con la de la cámara, no con la del brasileño), me incliné de nuevo por Sony. Este modelo ofrecía aparentemente similares prestaciones al anterior, pero su carcasa está fabricada de un plástico que simula ser metal como de juguete asqueroso y, a simple vista, ya parecía mucho más endeble. Me ha durado cuatro meses. Después de un pequeño golpe el selector de modos -es decir, un interruptorcillo cutre mucho peor diseñado que el precedente- no funciona. Me entero de que el servicio técnico central de Sony ya no está en la calle Bravo Murillo de Madrid, donde hace años te arreglaban todo rápido y bien sin tocarte mucho los cojones. Resulta que se han trasladado a Barcelona y ya me conozco la movida si uno no puede desplazarse hasta allí. En los servicios autorizados siempre te ponen todo tipo de pegas para aceptarte la garantía. Efectivamente, recurro a uno y lo del pequeño golpe se considera mal uso. La reparación vale la cuarta parte de lo que me costó la cámara. Me cago en todos los dioses. Y, por supuesto, incluyo a Sony en esa categoría, claro.
5 comentarios:
Sony es el asco. Yo los tengo en mi lista negra: 3000 pelas por reparar un Walkman que costaba 8000 (no tenía nada, según el técnico), un miniDisc grabador no podía descargar lo grabado de la cinta, las tarjetas Memory Stick cuestan 4 veces más que las SD o XD por la misma cantidad de memoria...
Tuve dudas al ver los plasmas 1080 que tienen ahora, pero me resistí a comprarlo porque sé que de alguna forma me van a joder: seguro que sólo acepta el DVD de Sony, la consola de Sony...
Jeje, me parece que esta cámara inspiró una viñeta del Interneteo, la del plastiquillo gris que se jode con la mirada... Y no cubre la garantía!! Puede ser??
Efectivamente, querido anónimo, buena memoria. :-)
Eeeeeer, una preguntilla....¿como sabes que era brasileño? ¿Lo llegaron a pillar?
No estoy completamente seguro de que fuera brasileño. Pero el que me la robó estuvo hablando portugués con acento brasileño con otros dos tipos y una tipa al mismo tiempo que bailaban samba momentos antes de robarme. Cuando me di cuenta que me había robado la cámara del bolsillo de la parka salieron corriendo y las puertas del vagón del metro se cerraron sin darme tiempo a salir detrás suyo (aunque tampoco sé qué podría haber hecho contra tres maromos y una tipa gigante de constitución brasileñaza).
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